#3.
'Y ahí estoy yo, como cada día desde hace tres años, llenando con las notas de mi trompeta el silencio de las calles del pulmón de Madrid, haciendo que el aire sea más puro y que se impregne de una melodía improvisada, como mi vida. Puede que no me crea, que piense que estoy loco o, sin embargo, puede que sea uno de los pocos soñadores que quedan vivos y crea en la magia de la música. Con cada nota que mi vieja trompeta consigue dar el aire se vuelve más puro, es como si la viera, como si la pudiera tocar, la atmósfera cambia y no permite ensuciarse con problemas que siempre tienen solución. Señoras y señores, créanme, se lo cuenta un músico con muchos años a las espaldas, la música existe y va más allá del sonido, es capaz de acariciarle el alma sin que usted se de cuenta y conseguir hacerle sentir que esta vida es, sencillamente, maravillosa.'
Cada día me sorprendes más
ResponderEliminarTus palabras también son capaces de acariciar el alma, querida amiga.
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